Sonrisas de Bombay
No creo en el destino. No creo que
todo ya este escrito y no podamos cambiar el devenir de los acontecimientos. ¡Es
absurdo! Pero sí creo que todo ocurre en esta vida por una razón. Gracias a
nuestras vivencias, nuestros errores… podemos aprender de aquello que nos ha ocurrido. Yo estoy empezando a entender hasta qué punto es importante aprender
de lo que nos ocurre. Aún me queda mucho por vivir para poder entenderlo
plenamente. Por ese motivo me gusta rodearme de gente mayor… Para poder
aprender de ellos y de esta manera lucrarme de lo que ellos me puedan enseñar.
Gracias a los libros he podido también
aprender de gente extraordinaria. Gente que bien prefiere inventarse una
historia o son más duchos en contar la suya propia. Un día me tope con un libro que se
titulaba: Sonrisas de Bombay. Sus páginas narraban el viaje
que cambiaría la vida de un periodista Catalán, llamado Jaume Sanllorente.
“Sonrisas de Bombay”
Jaume comenzaba su libro hablando
sobre su vida antes de realizar un viaje a la India, concretamente a Bombay. Escribía
que tenía una vida normal, después de acabar periodismo en la universidad. Tenía
un buen trabajo, a su familia, a sus amigos… Pero por algún extraño motivo no
se sentía del todo realizado. Como si le faltara algo… Una sensación que todos, alguna vez, hemos experimentado: no encajar, no encontrar nuestro
sitio.
Después de mucho tiempo
trabajando, decidió tomarse unas vacaciones. Se marchó a Bombay. Al llegar allí,
se dio cuenta de que no era ningún paraíso, tal y como lo describía aquella mítica
canción de Mecano. Se encontró con la situación real de multitud de personas
que vivían en un estado lamentable… Pero pese a la calidad de vida que tenían,
comentaba en su libro que lo que más le sorprendía de todo aquello eran los
niños. Las sonrisas de aquellos chicos/as. Pequeños que muchas veces caían
en las manos de las mafias de la prostitución. Niños/as con miedo y sin ningún derecho,
pero que jamás perdían su sonrisa.
Aquel viaje marcó a Jaume. Volvió
a Barcelona, pero no pudo mantener la vida normal que había tenido hasta ahora.
Aquel viaje le hizo tomar una decisión, que le cambiaría la vida para siempre.
Dejó el trabajo, vendió su piso y le dijo a su familia que se iba a Bombay a
fundar una ONG que les permitiera a esos niños tener una vida mejor. Esa ONG se
llama actualmente Sonrisas de Bombay. Empezó ayudando tan solo a 40 niños/as y
actualmente ayuda a 5000. Jaume y su ONG les da una oportunidad de ir
a la escuela, aprender y darles una mejor calidad de
vida.
“Jaume abrazando a uno
de sus niños”
La historia de Jaume es real.
Alguna vez, después de leer su libro, lo he podido ver por televisión y siempre
muestra una sonrisa deslumbrante. Ese chico no solo consiguió encontrar cuál
era su camino en la vida, sino que gracias a ese descubrimiento le permitió a muchísima gente poder tener una segunda oportunidad. Lo que hizo Jaume es absolutamente increíble, por todo lo que tuvo que arriesgar y poner en juego. Fue capaz de darlo todo, por ayudar a los demás, y me parece maravilloso.
La historia de Jaume me emocionó.
Consiguió abrirme los ojos y hacerme ver que todos tenemos en nuestra mano
el poder ayudar a los demás. Y no es absolutamente necesario hacer lo mismo que
Jaume, hay muchas formas de ayudar a los demás. Son los pequeños gestos los que
pueden mover montañas.
Si alguna vez veis o encontráis
su libro en una librería, me gustaría que le dieseis una oportunidad. Lo que cuesta ese libro va destinado a
Sonrisas de Bombay y es un libro que desde luego vale su peso en oro. Una
lectura muy recomendable y además un pequeño aporte a la gran labor que hace
Jaume y todos los integrantes de Sonrisas de Bombay.
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