Adiós
El tiempo es tan efímero, tan extraño… Lo que ahora es hoy, mañana será ayer. ¿Cuándo empieza lo que acaba? ¿Cuándo desaparece lo que conocemos y aparece lo desconocido? ¿Cuándo nos adaptamos al transcurso de las agujas del reloj… a su tic tac, a su vaivén, a la prolongada sombra que nos envuelve a todos? A veces tengo la impresión de que mis recuerdos son tan solo el fragmento de un sueño y que mi presente es el momento en el que despierto, con los difusos atisbos de lo que realmente he soñado. El paso del tiempo desdibuja tanto nuestras vivencias, que resulta extraño que antes estuviésemos allí y ahora estemos aquí… en este instante y lugar. Te parece irreal que personas que veías todos los días, a todas horas, ahora no estén. Tener su imagen tan grabada en tus recuerdos y que ahora busques por todas partes un lugar donde encontrar el contorno de esa figura para, al final, solo encontrar vacío. Un vacío que te hace entender que esas personas no volverán... Porque son tan sol