Aprender a conocerte
No sé por qué tengo la sensación de que, en la gran mayoría de ocasiones, nos molestamos más en intentar entender a los demás que procurar aprender a conocernos. Siempre he creído conocerme muy bien, sin embargo, cuál ha sido mi sorpresa cuando me he dado cuenta de que no tenía ni idea de cómo era realmente. Esta realidad me ha hecho plantearme el cuestionarme, hasta qué punto conozco a la gente que me rodea. ¡No hay que subestimar aquello que creemos conocer porque nos podemos llevar sorpresas! Creo, aunque me aterra afirmarlo, que nunca llegaré a conocerme o comprenderme del todo. Porque para poder llegar a tener tal plenitud sobre nosotros mismos debemos experimentar todo tipo de situaciones, tanto buenas como malas en cualquier circunstancia, lugar y trasfondo, algo completamente imposible. No obstante, pienso que incluso aunque fuésemos capaces de experimentarlo absolutamente todo, no llegaríamos a conocernos plenamente porque el ser humano es complejo. Nuestro ADN tiene u