¿Por qué tengo que ser como los demás quieren que sea?
¡Estoy harta! Muy harta. Mire a
donde mire, siempre veo lo mismo. Falta de carisma. Falta de personalidad. “Entes”
con rostros distintos, pero en el fondo todos iguales. Iguales a la hora de
vestir, de pensar, de actuar, de comportarse… Todos siguiendo las mismas modas,
los mismos hábitos. Siempre dejándonos llevar por la corriente.
Y no me malinterpretéis, cada uno
puede hacer lo que le dé la gana, pero ¿y si ese es el problema? ¿Y si la gente
no hace lo que le da la gana por miedo al qué dirán? Insisto, no me malinterpretéis, no me parece malo seguir a la
mayoría o hacer lo que haga la mayoría... Siempre y cuando eso te haga feliz. Mi
pregunta es: ¿eso le hace feliz a la mayoría? Yo creo que ni ellos mismos lo
saben…
Llamadme loca pero lo que piensen
los demás me da exactamente igual. He llegado a la conclusión de que el ser
humano no puede vivir sin criticar. Yo la primera. Es algo natural que va
dentro de nosotros. Muchas veces no me doy ni cuenta, pero a lo mejor voy por
la calle e inconscientemente voy pensando: “Mira que pintas lleva ese… Y esa
qué lleva puesto, por favor”. Y estoy segura que todos hacemos lo mismo. ¿Cuál
es el problema entonces? Hagamos lo que hagamos, la gente va a hablar de nosotros. Es
más, he llegado a la determinación de que cuanto más hablen de nosotros mejor
estaremos haciendo las cosas.
Por suerte yo siempre he sido bastante
“rarita”. No me dejo llevar por las modas, sino por lo que me gusta – esté de
moda o no –. Siempre he intentado ser fiel a mi misma y nunca he hecho algo por las apariencias. Creo que no es tan
complicado mirar dentro de ti para comprobar qué es lo que te atrae y lo que no. Y me
niego a creer que a todos nos tenga que gustar lo mismo o que debamos hacer lo
mismo. Que un niño de 15 años aún no sepa lo que le gusta lo entiendo,
pero que gente con más de cuarenta y con hijos aún no lo sepa…
En España somos muy de aparentar,
pero hay otros países que nos pueden llegar a superar y por goleada. EEUU en
este sentido yo creo que se lleva la palma. De hecho gran parte de las modas y
tendencias surgen de allí… Lo aberrante de todo esto es que el resto de
países los sigamos como pollos sin cabeza.
Para cualquier americano lo mejor que te puede llegar a pasar en la vida es ser rico y famoso. Si has alcanzado ese estatus, es imposible que no puedas llegar a ser feliz, ¿verdad? Yo he llegado a la conclusión de que si llegas a ser famoso, puedes ser de todo menos tú mismo… Y eso en cualquier caso nunca te hará ser feliz – o sí, aquí cada loco con su tema –.
Para cualquier americano lo mejor que te puede llegar a pasar en la vida es ser rico y famoso. Si has alcanzado ese estatus, es imposible que no puedas llegar a ser feliz, ¿verdad? Yo he llegado a la conclusión de que si llegas a ser famoso, puedes ser de todo menos tú mismo… Y eso en cualquier caso nunca te hará ser feliz – o sí, aquí cada loco con su tema –.
Luego hay culturas como la japonesa.
En muchos sentidos me encanta Japón, pero la forma de ser de los japoneses me
pone un poco nerviosa. Porque eso sí, nunca veras a un japonés criticando a
alguien o incluso siendo descortés… Les da miedo casi rozarse con la gente y
pánico el decir lo que piensan – por miedo a que la otra persona se pueda
ofender –. Además, les encanta seguir las modas y allí tienes que estar medio
loco para que no te gusten los/as Idols del momento.
Todo esto por supuesto tiene
mucho que ver con la cultura que hayas tenido desde pequeño. Es difícil abrir
los ojos cuando toda tu vida has vivido con ellos vendados. Y también influye en todo esto que el ser humano es
un animal social. Al igual que el resto de animales, nos gusta estar integrados
con el resto de la “manada” y si hay alguien que se sale de los cánones
establecidos por el resto de la “manada”, pues entonces es una oveja negra. Por
lo tanto por mucho que intentemos aparentar ser superiores al resto de
animales, no lo somos. Principalmente porque aún seguimos guiándonos por
nuestros instintos más primitivos.
Supongo que es inútil nadar a contracorriente. La mayoría de la sociedad va en una dirección
y aunque unos pocos intentemos ir en dirección contraria, al final nos acaban
arrastrando… O a lo mejor no. A lo mejor logramos abrirnos paso entre la gente; por mucho que nos cueste. Lo único que me gustaría es que todos podamos hacer y
ser como realmente somos, sin importar el qué dirán. Haced
lo que queráis esté de moda o no. Siempre que os haga felices y podáis ser vosotros mismos.
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